“Por tanto, así dijo Jehová: Si te convirtieres, yo te restauraré, y delante de mí estarás; y si entresacares lo precioso de lo vil, serás como mi boca. Conviértanse ellos a ti, y tú no te conviertas a ellos”. Jeremías 15:19 RVR
En la actualidad podemos ver a simple vista que hay diversidad de culturas que han permeado la personalidad y por ende la conducta de las personas, especialmente a la juventud. En un mundo donde el caos emocional abunda, no es fácil mantenerse en pie con valores y principios basados en la palabra de Dios, puesto que un sistema dominado por activistas con propósitos contrarios a la verdad de Dios, cada vez se hace más fuerte.
Así como el versículo inicial nos empieza guiando a una conversión a nuestro creador y poder recibir de él una restauración y ser fundamentados con principios y valores correctos que nos conducen a la vida que Dios quiere para cada uno de nosotros. A través de estos principios es como podremos agradarlo y ser luz en medio de tinieblas. Lograremos alcanzar a muchos que se encuentran bajo la influencia de satanás y sus estrategias diversificadas en culturas que llevan al libertinaje y a la destrucción de la humanidad, especialmente de la juventud, que busca sentirse libre y hacer lo que se quiera con tal de complacer las emociones sin control alguno.
Cada vez se hace más necesario que podamos mantenernos firmes ante la influencia del sistema del mundo. No somos perfectos, pero el versículo nos dice que, si aprendemos a ser selectivos de lo que nos hace bien y mal, será más fácil brillar y ser influencia para bien.
Sabemos que debemos llevar la verdad de Jesús y su salvación a los jóvenes, que estos le conozcan y no que la fuerza de las corrientes de este mundo los atrape y los lleven a la esclavitud de donde Dios nos sacó.
Hoy en día la juventud tiene tanta necesidad en su corazón; han crecido con tanta carencia y heridas que buscan un escape a la presión de la misma sociedad y terminan siendo presa fácil de las diversas ideologías que llevan al libertinaje, pero Dios está levantando una juventud consagrada y apartada para él, que está haciendo la diferencia y mostrando el amor de Dios, su perdón, su sanidad y restauración.
Dios está dispuesto a restaurar aquel joven que se dispone para escucharle y seguirle, y nosotros somos los instrumentos que el usara para llevar libertad a quienes la necesitan. Este es un llamado a mantenernos firmes en Jesús, y aunque cada vez será más difícil la lucha, Dios nos dará la victoria, que ellos se conviertan a nosotros, y no nosotros a ellos. Seamos influencia a través del amor de Jesucristo.